CASAS DE PAZ
lunes, 19 de diciembre de 2016
LA VERDAD
LA OBEDIENCIA
viernes, 25 de noviembre de 2016
LA PRUDENCIA
La prudencia es la virtud de actuar de forma justa, adecuada y con moderación. También se entiende como la virtud de comunicarse con los demás por medio de un lenguaje claro, literal, cauteloso y adecuado, así como actuar respetando los sentimientos, la vida y las libertades de las demás personas. Actualmente se ha impuesto el significado de actuar con precaución para evitar posibles daños.
La persona que tiene a Dios en su vida, le nace un sentido de prudencia. Muchas veces la cual quiere ser trasmitida, aunque la palabra de Dios nos advierte: "No hables a oídos del necio, Porque menospreciará la prudencia de tus razones". (Pr. 23:9) Veremos en este pequeño análisis las características del prudente:
1. Sus palabras (1S 16:18)
Una persona prudente distingue entre lo que es bueno y malo. Un cristiano prudente no participa de acciones o palabras que destruyen. Si lo que va a decir será dañino, ofensivo, provocará pleito o será hiriente no lo expresa.
Pr 10:19 "En las muchas Palabras no falta pecado, mas el que refrena sus labios es prudente"
2. No hace caso de la ofensa
"El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente". (Pr 12:16)
La persona prudente reconoce que no puede ser un busca pleito. Entiende el creyente y discipulo de Jesús que satanás es un provocador y comprende que Dios nos ha llamado a ser pacíficos.
3. Pone sus proyectos en las manos de Dios
"Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca". (Mt 7:24)
Comenzar proyectos sin Dios es como edificar en la arena, viene un viento y cae. Un cristiano prudente siempre busca la dirección de Dios en su vida, nada hace por su cuenta. El cristiano prudente no se aventura a hacer las cosas sin consultar a Dios primero.
4. No se expone innecesariamente al peligro
"He aquí, yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas" (Mt 10:16)
La prudencia de la serpiente es no exponerse, por lo que podemos decir que un cristiano prudente no abusa de la fe. No es cuestión de andar jugando a ver quien tiene más fe, se trata de preservarnos y cuidar lo que Dios nos da.
Conclusiones y Desafío:
Oremos para que el Señor nos de entendimiento y prudencia, como lo hizo con Salomón. (1 Cr 22:12; 1 R 4:29) Revisemos nuestras vidas y seamos muy sinceros si en algun momento hemos sido imprudentes. Corrijamos el camino y llevemos una vida ajustada a la verdad de la Palabra de Dios.
Pastor Alberto E. PETIT P.
Casas de Paz
lunes, 14 de noviembre de 2016
LA HUMILDAD
lunes, 31 de octubre de 2016
EL PERDÓN
¿Cuál es el significado del perdón?
Es la decisión de no tomar en cuenta las ofensas que otros cometen contra ti, colocando los principios de restauración, restitución y reconciliación por encima del resentimiento, odio y venganza.
Cuando hablamos de perdonar o ser perdonados nos referimos, a mi parecer, al acto más noble de un ser humano para con otro. El perdón nos capacita, nos equipa y prepara para amar, crecer en la renuncia al yo y sus deseos, y liberarnos de la culpa o acusación que tanto daño hace a la menta y conducta del hombre. Por otro lado, nos pone en posición de triunfar sobre intereses egoistas o revanchistas. En este sentido, puedo afirmar que el perdón es un acto necesario para soltar el pasado y mirar al futuro con optimismo, ya que constituye un proceso terapéutico especial para la mente del ser humano.
Todos en algún momento hemos necesitado ser perdonado o perdonar. Aunque debo admitir que en ocasiones se nos hace dificil, dada la profundidad del daño causado en nosotros o la dimensión de nuestras ofensas hacia los demás. Por lo que es necesario repetir que perdonar significa disculpar la ofensa de alguien o simplemente no tomar en cuenta su falta. Conforme las Escrituras Sagradas, el concepto perdonar proviene de varias palabras hebreas y griegas que tienen en común la idea de liberar a un ofensor de la culpa y restaurar la relación personal que existía antes de la ofensa. Por ejemplo, se usa el verbo hebreo nâsâ, para referirse a "levantar [quitar]" la culpa. En griego, el verbo jarízomai significa “dar con gracia" como un favor. En este sentido, la palabra perdonar puede entenderse como la acción de dejar pasar la ofensa de alguien, como cuando una persona deja de exigir que se le pague una deuda o como cuando alguien no toma en cuenta la mala frase que profirieron en su contra. Alguien dirá que es muy complicado perdonar y hay quienes no piden perdón por miedo al rechazo, ya que piensan en el tamaño de la ofensa que generaron.
Jesús usó esta comparación al enseñar a sus discípulos a orar: “Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben” (Lucas 11:4). De igual manera, en la parábola del esclavo que no mostró misericordia, Jesús explicó que el perdón es como la cancelación de una deuda (Mateo 18:23-35). Todos los hombres hemos pecado y Dios nos perdona. Ahora, imaginemos por un momento que requieren aquellos que nos ofenden, yo pienso que igual misericordia deberíamos tener. Perdonar al prójimo, a aquellos que se han levantado contra nosotros, dejar las cargas en las manos de Dios, esa es la tarea de todo aquel que dice ser un creyente en Jesús, que su fe la tiene puesta en Él.
La semana pasada hablamos del amor. Hoy hablamos de uno de los actos que ejercita el amor, el perdonar y ser perdonados.
CONCLUSIONES Y DESAFÍO
Siempre hemos necesitado del perdón. Sin ello no habría avances en la humanidad. En algun momento dos partes o personas que han tenido conflicto han requerido perdonarse y ponerse de acuerdo para seguir adelante. Ha pasado desde matrimonios hasta naciones. Hoy se nos presenta un reto alentador, donde ejercitaremos en amor. Comparte este mensaje con amgos, vecinos; pero sobre todo perdona a alguien que te ofendió y/o pide perdón a aquellos que has ofendido o contra los cuales has realizado acciones contrarias. Que esta sea una semana donde podemos perdonar y ser perdonados.
Dios les bendiga,
Pastor Alberto Petit
CASAS DE PAZ